Mamá, leéme ese poema...

Semanas anteriores al accidente, Pablito trajo a casa un cuadernillo, "Poemas del amor divino" de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Se lo enseñó a mamá y pidió a papá que lo fotocopiara.

En la sala del Hospital, soportando una noticia dolorosa, mamá encontró las fotocopias en su bolso. Hojeo, leyó y lloró.... dulcemente, "mamá, leéme ese poema".....

"Canciones en que canta el alma la dichosa ventura que tuvo en pasar por la oscura noche de la fé a la unión del Amado".

En una noche oscura,

con ansias, en amor inflamado,

¡oh dichosa ventura!

salí sin ser notado,

estando ya mi casa tranquila;

a oscuras y seguro

por la secreta escala, disfrazado,

¡oh dichosa ventura!,

a oscuras y cuidadoso,

estando ya mi casa tranquila;

en la noche dichosa,

en secreto, que nadie me veía

ni yo miraba cosa,

sin otra luz y guía

sino la que en el corazón ardía.

Ésta me guiaba

más clara que la luz del mediodía

adonde me esperaba

quien yo bien sabía,

en parte donde nadie parecía.

Oh noche que guiaste!;

Oh noche agradable más que el amanecer!;

¡oh noche que juntaste

Jesús con Pablito,

Pablito con Jesús resplandesciente!

En mi pecho florido,

que entero para Él solo se gurdaba,

allí quedó dormido,

y yo le regalaba,

y el abanicar de perfume aire daba.

El aire de Su majestad,

cuando yo Sus cabellos esparcía,

con Su mano serena

en mi cuello hería,

y todos mis sentidos suspendía.

Olvidado y relajado

el rostro recliné sobre Jesús

cesó todo y me quedé

dejando mi cuidado

entre las azucenas olvidado.

*Esta en una versión adaptada, por nuestros sentimientos y fé, a lo vivido por Pablito.

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