
En la sala del Hospital, soportando una noticia dolorosa, mamá encontró las fotocopias en su bolso. Hojeo, leyó y lloró.... dulcemente, "mamá, leéme ese poema".....
"Canciones en que canta el alma la dichosa ventura que tuvo en pasar por la oscura noche de la fé a la unión del Amado".
En una noche oscura,
con ansias, en amor inflamado,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notado,
estando ya mi casa tranquila;
a oscuras y seguro
por la secreta escala, disfrazado,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y cuidadoso,
estando ya mi casa tranquila;
en la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Ésta me guiaba
más clara que la luz del mediodía
adonde me esperaba
quien yo bien sabía,
en parte donde nadie parecía.
Oh noche que guiaste!;
Oh noche agradable más que el amanecer!;
¡oh noche que juntaste
Jesús con Pablito,
Pablito con Jesús resplandesciente!
En mi pecho florido,
que entero para Él solo se gurdaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el abanicar de perfume aire daba.
El aire de Su majestad,
cuando yo Sus cabellos esparcía,
con Su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Olvidado y relajado
el rostro recliné sobre Jesús
cesó todo y me quedé
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
*Esta en una versión adaptada, por nuestros sentimientos y fé, a lo vivido por Pablito.
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