8° Mandamiento (TESTIMONIO)


(Hecho vivido en 2008)... "Muchas veces las cosas las queremos para ayer." Nos creemos ser dignos de que Dios nos dé lo que creemos que es necesario para uno. Y varias veces más miramos a Dios como que no es justo con nosotros, que si no le es nada imposible para él, entonces porque no nos da su ayuda celestial.
Dios es todo. Dios siempre nos bendice. Él sabe de nuestras necesidades, y tiene los milagros que necesitamos. Pero, a Dios le agrada que le amemos por lo que es y no por lo que tiene para darnos... (y que no nos da !!). Ahí está la llave que te abrirá la puerta para salir victorioso ante las pruebas, saber que Dios tiene siempre tiene el control y que sabe de mis necesidades. Sólo resta que nosotros honremos ésa Gracia; y ésa es una tarea que "sólo con Cristo podremos".

Pablo había salido de terapia y estaba alojado en sala intermedia, Hospital Garrahan. Llevábamos 5 meses internados. La doctora se nos acercó con unos papeles donde lo completaríamos con datos solicitados y entre ellos la dirección de nuestra casa en el Barrio de La Boca. Pablo iría a casa con internación domiciliaria. No tenía alta, pero sus avances eran positivos. En síntesis, querían sacarlo del hospital por los virus, época de la gripe A1, Pablo desplaquetado y  traqueotomizado. Todo "bien"... hasta el siguiente día cuando nos informaron que Pablo no iría a casa, porque la misma no era apta para un chico con las especialidades de Pablo. Conventillo reformado, segundo piso con acceso de una escalera de hierro a la intemperie. Pablo se queda. 

Desarmamos las maletas. Y en la soledad de la noche, con María, hicimos un listado de las varias ideas que se nos venían a mente. Casi ningún punto nos convencía, pero era necesario poner todas las opciones para que ése listado se viera más oportunista.
A la mañana salimos. No recuerdo por donde empezamos, pero nunca vamos a olvidar cuanto lloramos. Todos los puntos caían. Pero había uno que no queríamos tocar: "Juicio a la Editorial para quien trabajaba el camión que produjo el accidente de Pablo".
Fuimos a una cita con una abogada recomendada por otra abogada. Nos escuchó y tomando la carpeta con todos los oficios de la causa del accidente se comprometió en ver el caso y que nos llamaría. En menos de una semana sonó el teléfono.
La abogada se la vio muy interesada en el caso y por la casa que necesitábamos para Pablo. Nos adelantó que el juicio nos iba  a dar esa casa y muchísimo más. "¡Hay muchísima plata papás!", dijo la doctorada, "Sólo es necesario que me traigan dos testigos que presenciaron el accidente"...
Buenísimo. Yo le hice el comentario que en la causa había 4 testigos, que eran los amiguitos de Pablo, y que ya habían declarado en la comisaría. La abogada descartó a éstos ya que eran menores y volvió a insistir con 2 testigos mayores. Yo le dije que habíamos tomado el trabajo de preguntar a todo el vecindario y que nadie había visto nada. "No importa" dijo la abogada, "Inventemos 2 testigos falsos y ya está. Les aseguro que Pablito tendrá su casa y muchísimo más, un buen capital para comprar todo lo que él necesite, costear profesionales que lo ayudarán y, el futuro de sus hermanitos".

Cuán Grande es nuestro Dios. Cuán fiel!!! Sólo él pudo ser el que me guió a hacer lo que a él le agrada.
Miré a mamá y le rogué que nunca me tuviera rencor por la decisión que había tomado.
"Doctora, usted me está pidiendo que mienta y yo no puedo hacerlo, porque a mi Dios no le gustan las mentiras".
La abogada insistió en el bienestar de Pablo y que "una cosa es la religión y otra cosa la situación que estabamos viviendo"... y que si no teníamos a "ésos" testigos, que nos olvidemos de todo.
Tomé la carpeta y antes de retirarnos le dejamos bien en claro que "Nuestro Dios no es religión, nuestro Dios es todo y vive en nosotros"

A cuadras, en un banco de una peatonal, nuevamente abrazados y llorando desconsoladamente. El último ítem posible para la casa se derrumbó. 
A cuadras, en el mismo banco de ésa peatonal, sonreíamos a caracajadas. Nuestra locura por Dios tenía su recompensa, "su gozo en medió de nuestro desierto"

Pablo internado, los demás chicos con los abuelos, nosotros yendo y viniendo. La casa se nos  había esfumado... por ese momento. Dios es fiel!!!

"TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE" (Filipenses 4:13) 
Bendiciones. Los papis de Pablo.